Electricista Urgente Madrid
A la salida de la central productora de electricidad, la corriente eléctrica tiene una tensión muy elevada (entre 3.000 y 380.000 voltios). Mediante conductores adecuados de cobre o de aluminio se transporta hacia los lugares de destino. Estos conductores o cables eléctricos están montados en el aire por suspensión en la parte alta de unas torres metálicas, convenientemente aislados de ellas por unos aisladores de vidrio, porcelana u otro material adecuado.
El transporte a elevada tensión resulta mucho más económico que mediante otra más baja.
Las conducciones importantes se ramifican en algunos puntos o se dirigen directamente hasta la periferia de las urbes, en donde unos transformadores dan lugar a una tensión más baja, convirtiendo aquellas altas tensiones iniciales en una tensión de consumo (baja tensión, comprendida entre 110 y 440 voltios). Para usos domésticos, tanto para una mayor seguridad del consumidor como para conseguir instalaciones más fáciles, no se suele rebasar la cifra de 220 voltios, guardándose los más altos para instalaciones industriales. Esta misma transformación tiene lugar si se realiza una desviación en plena línea principal para alimentar puntos de consumo en lugares rurales o aislados.
Desde el transformador se realiza la distribución formando una red de líneas eléctricas que llegan hasta todos los puntos de consumo. Esta distribución puede realizarse en forma aérea o subterránea. En las ciudades .y pueblos esta última forma de distribución es la utilizada, aunque puede ocurrir que en algunos núcleos periféricos, que han tomado mucho incremento en el desarrollo de su población, se vean atravesadas aún por postes aéreos en espera de que se corrija este modo de transporte.
En los núcleos urbanos la subdistribución llega al pie de los grandes edificios o en el centro de un núcleo de viviendas o chalets.
Se denomina instalación de enlace o acometida la línea de conducción eléctrica tendida por la propia Compañía suministradora que va desde aquellos últimos puestos distribuidores al edificio o piso donde se consume la electricidad. Los terminales de dicha acometida, situados en el cuadro de entrada, deben estar siempre colocados sobre una pared maestra y a una altura determinada que
establece de antemano la compañía y de acuerdo con unas normas generales dispuestas ministerialmente en el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (MI BT) así como en sus Instrucciones complementarias, aparecidas posteriormente.
En las redes de distribución eléctrica, y a partir de los transformadores generales, se intercalan fusibles, los cuales se encargan de proteger las líneas contra sobrecargas de consumo o de cortacircuitos que pudieran producirse eventualmente en las líneas de distribución por causas muy diversas: inundaciones en las conducciones subterráneas, derrumbamientos de las mismas, caída de postes aéreos, colisiones con ellos, etc. Estos fusibles se extienden en los puntos de derivación según sectores, barrios, grupos de viviendas, al objeto de concentrar el posible «apagón» cuando se produce un incidente que de lugar a que se funda el cortocircuito de prevención y que aquél no se extienda a otras zonas.
También en la caja de acometida, en donde llega la línea de suministro para ser utilizada por el o los consumidores, suelen existir fusibles protectores, que evitan que el cortocircuito o sobrecarga originado en dicho punto de consumo se extienda a otro punto de enlace más alejado.
Las compañías suministradoras tienen a su cargo, todo lo que hace referencia al mantenimiento y conservación de la red eléctrica, así como la garantía de un servicio continuo de Huido —salvo circunstancias de excepción—. Esta obligación por parte de la Compañía llega pues hasta la caja de acometida, incumbiendo todo lo que viene a partir de ella al consumidor, el cual se hace responsable, mediante intervención del Instalador autorizado, de que toda la línea receptora de electricidad de su vivienda se halle en perfectas condiciones.
Las conducciones importantes se ramifican en algunos puntos o se dirigen directamente hasta la periferia de las urbes, en donde unos transformadores dan lugar a una tensión más baja, convirtiendo aquellas altas tensiones iniciales en una tensión de consumo (baja tensión, comprendida entre 110 y 440 voltios). Para usos domésticos, tanto para una mayor seguridad del consumidor como para conseguir instalaciones más fáciles, no se suele rebasar la cifra de 220 voltios, guardándose los más altos para instalaciones industriales. Esta misma transformación tiene lugar si se realiza una desviación en plena línea principal para alimentar puntos de consumo en lugares rurales o aislados.
Desde el transformador se realiza la distribución formando una red de líneas eléctricas que llegan hasta todos los puntos de consumo. Esta distribución puede realizarse en forma aérea o subterránea. En las ciudades .y pueblos esta última forma de distribución es la utilizada, aunque puede ocurrir que en algunos núcleos periféricos, que han tomado mucho incremento en el desarrollo de su población, se vean atravesadas aún por postes aéreos en espera de que se corrija este modo de transporte.
En los núcleos urbanos la subdistribución llega al pie de los grandes edificios o en el centro de un núcleo de viviendas o chalets.
Se denomina instalación de enlace o acometida la línea de conducción eléctrica tendida por la propia Compañía suministradora que va desde aquellos últimos puestos distribuidores al edificio o piso donde se consume la electricidad. Los terminales de dicha acometida, situados en el cuadro de entrada, deben estar siempre colocados sobre una pared maestra y a una altura determinada que
establece de antemano la compañía y de acuerdo con unas normas generales dispuestas ministerialmente en el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (MI BT) así como en sus Instrucciones complementarias, aparecidas posteriormente.
En las redes de distribución eléctrica, y a partir de los transformadores generales, se intercalan fusibles, los cuales se encargan de proteger las líneas contra sobrecargas de consumo o de cortacircuitos que pudieran producirse eventualmente en las líneas de distribución por causas muy diversas: inundaciones en las conducciones subterráneas, derrumbamientos de las mismas, caída de postes aéreos, colisiones con ellos, etc. Estos fusibles se extienden en los puntos de derivación según sectores, barrios, grupos de viviendas, al objeto de concentrar el posible «apagón» cuando se produce un incidente que de lugar a que se funda el cortocircuito de prevención y que aquél no se extienda a otras zonas.
También en la caja de acometida, en donde llega la línea de suministro para ser utilizada por el o los consumidores, suelen existir fusibles protectores, que evitan que el cortocircuito o sobrecarga originado en dicho punto de consumo se extienda a otro punto de enlace más alejado.
Las compañías suministradoras tienen a su cargo, todo lo que hace referencia al mantenimiento y conservación de la red eléctrica, así como la garantía de un servicio continuo de Huido —salvo circunstancias de excepción—. Esta obligación por parte de la Compañía llega pues hasta la caja de acometida, incumbiendo todo lo que viene a partir de ella al consumidor, el cual se hace responsable, mediante intervención del Instalador autorizado, de que toda la línea receptora de electricidad de su vivienda se halle en perfectas condiciones.