Otra manera de precaverse contra los peligros de la electricidad es conocerla, pues en el caso de tener que actuar con ella se le tendrán todas las consideraciones y respetos que se merece.
La electricidad es una de las manifestaciones de la energía. Como agente físico es causa de diversos fenómenos muy variados (mecánicos, caloríficos, químicos, luminosos, etc.)La electricidad es otra forma posible de energía como lo son también la luz, el calor o el sonido, y puede contribuir, como acabamos de decir, a su producción, transmisión y a otros fenómenos, sujeta como está a la ley general de conservación de la energía.
La electricidad es una de las manifestaciones de la energía. Como agente físico es causa de diversos fenómenos muy variados (mecánicos, caloríficos, químicos, luminosos, etc.)La electricidad es otra forma posible de energía como lo son también la luz, el calor o el sonido, y puede contribuir, como acabamos de decir, a su producción, transmisión y a otros fenómenos, sujeta como está a la ley general de conservación de la energía.
Los fenómenos eléctricos se consideran debidos a la existencia de cargas eléctricas que no son otra cosa que las mismas partículas constitutivas de la materia. Los fenómenos eléctricos que se producen en un cuerpo estriban en el estado de sus átomos. Pueden hallarse en estado neutro, sin presentar, por lo tanto, actividad eléctrica cuando el número de electrones (los de carga negativa) coincide con el número de protones (es decir, de carga positiva). Por lo tanto se tendrá un estado positivo debido a un defecto de electrones en los átomos constitutivos del cuerpo y un estado negativo debido a un exceso de electrones. Correspondientemente las fuerzas eléctricas pueden dar lugar a una atracción o a una repulsión.
El espacio que envuelve una carga eléctrica da lugar a un campo de fuerzas denominado campo eléctrico.
Los electrones se desplazan libremente a través de un cuerpo conductor (un hilo metálico, por ejemplo) constituyendo lo que se conoce corno corriente eléctrica. Esta da lugar a una serie de efectos de gran importancia tanto teórica como técnica: caloríficos (efecto de Joule), químicos (efectos electrolíticos) y magnéticos (efectos de inducción electromagnética).
La electricidad se puede producir de varias maneras: por contacto entre metales con soldaduras a diversas temperaturas, como ocurre con la termoelectricidad; por medio de ciertas reacciones químicas tal cual sucede en las pilas; por inducción electromagnética originada por medio del giro (en una dínamo o bien en un alternador que son los medios más corrientemente empleados hasta ahora por la producción industrial de la electricidad en las centrales hidráulicas y térmicas; y, finalmente, por fricción entre ciertos cuerpos, por compresión de cristales, generalmente de cuarzo, lo que da origen a la piezoelectricidad.
La manera como es propagada la corriente da lugar a una diferenciación: la corriente continua es la que se propaga en sentido único desde el polo positivo al negativo. Es la originada por las pilas y por las dínamos. La corriente alienta se propaga cambiando continuamente de sentido entre los polos. En este tipo de corriente no podemos pues hablar de polo positivo o de polo negativo, por lo que se recurre al término «fase». Es originada por los alternadores.
En la corriente eléctrica alterna el cambio de polaridad por unidad de tiempo es lo que se denomina frecuencia y normalmente su valor oscila entre 50 y 60 cambios por segundo. Su unidad se mide en hertz (H¿). Tanto en corriente continua como alterna, la tensión es la diferencia de nivel o potencial eléctrico entre dos conductores. La unidad para medir la tensión es el voltio (V), igual que para medir longitudes utilizamos el metro. El caudal o intensidad de una corriente eléctrica que circula por un conductor se mide en amperios (A).
El producto de estas dos últimas unidades constituyen la unidad de potencia que se mide por valias (W). Es decir:
1 voltio X 1 amperio = 1 vatio
La corriente continua fluye de uno a otro polo y tiene por lo tanto dos polaridades: el polo positivo y el polo negativo.
En cambio en la corriente alterna en la que se producen continuos cambios de sentido entre los polos, éstos se denominan fases (o bien Fase y neutro).
En la mayoría de instalaciones domésticas alimentadas por electricidad suministrada por las compañías se utiliza la corriente alterna. Estas instalaciones constan, generalmente, de dos conductores, que proporcionan una tensión de 110-125 ó 220 V.
La corriente continua, que había sido la más divulgada en épocas anteriores, ha desaparecido prácticamente en las viviendas y solamente puede ser motivo de utilización en casas rústicas, que se fabrican ellas mismas su propia electricidad por carecer de suministro general o hallarse lejos de las redes de distribución de las Compañías.
Hablando propiamente, la corriente alterna es una condene variable, opuesta, como ya se ha dicho, a la continua en lo que respecta a su dependencia con el tiempo. A tenor de esta dependencia puede ser periódica o aperiódica, siendo la corriente alterna de tipo periódico sinusoidal la utilizada preferentemente, si bien pueden emplearse otras formas de onda: cuadrada, de diente de sierra, por impulsos, etc.
En los aparatos, mejor dicho en las placas características de los mismos, se suele utilizar el signo = para indicar la comente continua. En cambio es el signo — el que sirve para expresar la corriente alterna.
El espacio que envuelve una carga eléctrica da lugar a un campo de fuerzas denominado campo eléctrico.
Los electrones se desplazan libremente a través de un cuerpo conductor (un hilo metálico, por ejemplo) constituyendo lo que se conoce corno corriente eléctrica. Esta da lugar a una serie de efectos de gran importancia tanto teórica como técnica: caloríficos (efecto de Joule), químicos (efectos electrolíticos) y magnéticos (efectos de inducción electromagnética).
La electricidad se puede producir de varias maneras: por contacto entre metales con soldaduras a diversas temperaturas, como ocurre con la termoelectricidad; por medio de ciertas reacciones químicas tal cual sucede en las pilas; por inducción electromagnética originada por medio del giro (en una dínamo o bien en un alternador que son los medios más corrientemente empleados hasta ahora por la producción industrial de la electricidad en las centrales hidráulicas y térmicas; y, finalmente, por fricción entre ciertos cuerpos, por compresión de cristales, generalmente de cuarzo, lo que da origen a la piezoelectricidad.
La manera como es propagada la corriente da lugar a una diferenciación: la corriente continua es la que se propaga en sentido único desde el polo positivo al negativo. Es la originada por las pilas y por las dínamos. La corriente alienta se propaga cambiando continuamente de sentido entre los polos. En este tipo de corriente no podemos pues hablar de polo positivo o de polo negativo, por lo que se recurre al término «fase». Es originada por los alternadores.
En la corriente eléctrica alterna el cambio de polaridad por unidad de tiempo es lo que se denomina frecuencia y normalmente su valor oscila entre 50 y 60 cambios por segundo. Su unidad se mide en hertz (H¿). Tanto en corriente continua como alterna, la tensión es la diferencia de nivel o potencial eléctrico entre dos conductores. La unidad para medir la tensión es el voltio (V), igual que para medir longitudes utilizamos el metro. El caudal o intensidad de una corriente eléctrica que circula por un conductor se mide en amperios (A).
El producto de estas dos últimas unidades constituyen la unidad de potencia que se mide por valias (W). Es decir:
1 voltio X 1 amperio = 1 vatio
La corriente continua fluye de uno a otro polo y tiene por lo tanto dos polaridades: el polo positivo y el polo negativo.
En cambio en la corriente alterna en la que se producen continuos cambios de sentido entre los polos, éstos se denominan fases (o bien Fase y neutro).
En la mayoría de instalaciones domésticas alimentadas por electricidad suministrada por las compañías se utiliza la corriente alterna. Estas instalaciones constan, generalmente, de dos conductores, que proporcionan una tensión de 110-125 ó 220 V.
La corriente continua, que había sido la más divulgada en épocas anteriores, ha desaparecido prácticamente en las viviendas y solamente puede ser motivo de utilización en casas rústicas, que se fabrican ellas mismas su propia electricidad por carecer de suministro general o hallarse lejos de las redes de distribución de las Compañías.
Hablando propiamente, la corriente alterna es una condene variable, opuesta, como ya se ha dicho, a la continua en lo que respecta a su dependencia con el tiempo. A tenor de esta dependencia puede ser periódica o aperiódica, siendo la corriente alterna de tipo periódico sinusoidal la utilizada preferentemente, si bien pueden emplearse otras formas de onda: cuadrada, de diente de sierra, por impulsos, etc.
En los aparatos, mejor dicho en las placas características de los mismos, se suele utilizar el signo = para indicar la comente continua. En cambio es el signo — el que sirve para expresar la corriente alterna.